lunes, 2 de abril de 2012

366 Pasa que:


De repente, todo ha cambiado. Las personas más importantes de mi vida ahora son insignificantes personas que ni me van ni me vienen, pequeños detalles que me hacían sonreír, ahora solo consiguen hacerme llorar, una foto que me traía buenos recuerdos, acabó en la basura. Amistades desde la infancia que se rompen y sólo sé decirles adiós, amores que me hacían llorar y ahora me río de ellos, gente que era insignificante y ahora no sé cómo vivir sin ellos. Personas que no te llamaban y te jodía, pero ahora no quieres ver ni su número de teléfono, cosas que creías imposibles y ahora las tienes en la palma de tu mano. Todo cambia de un día para otro, nada permanecerá en tu vida eternamente y tu tendrás que aprender a sobrevivir a ese cambio. Pero lo más gracioso es que no te importa que personas se vayan de tu vida, o que recuerdos tires a la puñetera basura incluso te da igual lo que antes deseabas, no te importan tus sueños e ilusiones, porque yo se que vendrán cosas y personas mejores de las que se han ido.
Siempre me ha costado ser feliz, siempre me he sentido desplazada de alguna u otra manera. Pero desde hace tiempo he decidido dejarme de tonterías y darle importancia a las cosas que realmente se la merecen. No dejar que me afecte lo que los demás digan, porque sinceramente, ni me va ni me viene, mi felicidad no depende de nadie solo de mi, de mis metas, de mis ilusiones y sueños, nadie tendrá mi felicidad en la palma de su mano. Porque por mucho tiempo que pase mi sonrisa seguirá dibujada en mi cara, contigo o sin ti, con dinero o sin dinero, con amigos o sin amigos, pero lo que tengo claro es que ni hoy, ni mañana, ni pasado mi felicidad se irá, se quedará conmigo para salir en los momentos necesarios, en esos momentos en los que yo quiera llorar, mi felicidad estará ahí para decirme que no, que porque llorar, si se puede sonreír :)

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