Somos el cuento sin terminar, el cielo nublado tras días de sol y la adolescencia contenida cuando las decisiones necesarias ya han sido tomadas. Somos la tristeza del olvido cuando esto es necesario, y lo tierno de lo vivido cuando amenaza la verdad.
Somos la angustia previa a un teléfono que suena y la impotencia de la inevitable despedida, somos el grito silencioso de quienes se aman en secreto, dos almas gemelas que no logran encontrarse, dos corazones solos en medio de tanta compañía.
Somos lo que quedó guardado en algun cajón, la sonrisa complice, el abrazo eterno, lo que pudo ser pero quedó esperando, la ilusión oculta y el camino incierto, el dolor secreto y las horas de espera.
Somos lo que no se define con simpleza porque nunca pudo pensarse claramente, somos lo que fuimos, lo que pudimos ser y lo que somos, no somos nada, y somos todo.
Los sueños, se escapan y vuelan lejos, te empeñas en conseguirlos pero a veces decaes y no te vuelves a levantar, los sueños... Los sueños tienes que levantarlos piedra a piedra, con esfuerzo, poniendo toda tu confianza en que lo conseguiras, lo sueños no se van, dejas que se vallan.